La sopa de apio y zanahoria es una de esas recetas sencillas que nunca fallan. Su sabor suave, textura cremosa y aroma casero la convierten en una opción ideal para cualquier momento del año, pero especialmente en los días fríos o cuando buscamos algo ligero y nutritivo. Además, es perfecta como entrada, cena ligera o incluso plato principal si se acompaña con pan integral o cereales.
Tanto el apio como la zanahoria aportan beneficios para la salud: son bajos en calorías, ricos en fibra, antioxidantes y vitaminas esenciales como la A y la C. Al combinarse en una sopa, crean un plato fácil de digerir, reconfortante y lleno de color.
Ya sea que sigas una alimentación saludable, una dieta detox, o simplemente busques una receta económica y deliciosa, la sopa de apio y zanahoria es una elección perfecta para nutrir el cuerpo y reconfortar el alma.
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Beneficios nutricionales del apio y la zanahoria
La sopa de apio y zanahoria no solo es deliciosa, sino también una excelente fuente de nutrientes esenciales. Ambos vegetales son conocidos por sus propiedades digestivas y depurativas, lo que hace de esta sopa una opción ideal para quienes buscan cuidar su salud de forma natural.
🟩 Beneficios del apio
El apio es rico en agua, fibra y antioxidantes. Contiene vitaminas A, C, K y minerales como potasio y ácido fólico. Su consumo ayuda a:
- Mejorar la digestión y reducir la hinchazón abdominal
- Eliminar toxinas gracias a su efecto diurético
- Regular la presión arterial y fortalecer el sistema inmune
🟧 Beneficios de la zanahoria
La zanahoria destaca por su alto contenido en beta-carotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A, esencial para la vista, la piel y el sistema inmunológico. También aporta:
- Antioxidantes naturales que protegen las células
- Fibra soluble que mejora el tránsito intestinal
- Un dulzor natural que equilibra el sabor de la sopa
Al unir apio y zanahoria en una receta, se obtiene un plato bajo en calorías, rico en nutrientes y perfecto para dietas equilibradas o depurativas.

Ingredientes esenciales y sustituciones saludables
La sopa de apio y zanahoria es tan versátil como nutritiva, y su preparación no requiere ingredientes complicados. A continuación, te presentamos los elementos básicos y algunas alternativas saludables para adaptarla a diferentes necesidades alimentarias.
🥬 Ingredientes esenciales
- Apio fresco (2-3 ramas): base aromática, aporta frescura
- Zanahorias (3-4 medianas): sabor dulce y color vibrante
- Cebolla y ajo: potencian el sabor desde el sofrito
- Caldo de verduras o agua: para cocer los vegetales
- Aceite de oliva virgen extra: para sofreír y dar textura
- Sal marina y pimienta negra (opcional)
- Especias: laurel, cúrcuma, jengibre o pimentón dulce
🌱 Sustituciones saludables
- Sin cebolla o ajo: usar puerro, hinojo o cebollino
- Sin caldo vegetal comercial: usar agua con hierbas frescas
- Sin sal: potenciar con limón, vinagre de manzana o hierbas secas
- Versión vegana cremosa: añadir leche de coco o bebida vegetal sin azúcar
- Versión sin gluten: evitar cubitos procesados, revisar etiquetas
Esta receta se adapta fácilmente a dietas veganas, hiposódicas o sin alérgenos, convirtiéndose en una sopa apta para toda la familia y para cualquier ocasión.
Receta base paso a paso
Preparar una sopa de apio y zanahoria casera es sencillo, rápido y muy gratificante. A continuación, te guiamos paso a paso para que obtengas una textura cremosa y un sabor equilibrado.
🥄 4.1 Preparación de los ingredientes
- Lava bien las zanahorias y ramas de apio.
- Pela las zanahorias y córtalas en rodajas finas.
- Corta el apio en trozos pequeños, retirando los hilos más gruesos si es necesario.
- Pica media cebolla, 1 diente de ajo y, si deseas, un poco de puerro para más sabor.
🍳 4.2 Sofrito aromático
- En una olla grande, añade 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Sofríe la cebolla y el ajo a fuego medio hasta que estén dorados.
- Añade el apio y las zanahorias, removiendo por unos 5 minutos.
- Agrega 1 cucharadita de cúrcuma o pimentón dulce si deseas un sabor más profundo.
💧 4.3 Cocción y texturizado
- Vierte 1 litro de agua o caldo de verduras casero.
- Cocina a fuego medio durante 25–30 minutos, hasta que las verduras estén blandas.
- Tritura con batidora de mano hasta obtener una textura homogénea.
- Rectifica de sal y pimienta al gusto.
🍽️ 4.4 Opciones de presentación y decoración
- Añade unas gotas de limón, un toque de aceite crudo o perejil fresco picado al servir.
- Para más cuerpo, puedes agregar copos de avena, arroz cocido o garbanzos ya cocidos.
Esta receta básica se puede personalizar según el gusto o la ocasión, manteniendo siempre su esencia: una sopa reconfortante, saludable y casera.
Consejos para mejorar el sabor sin sal
Reducir o eliminar la sal de las comidas no significa renunciar al sabor. En el caso de la sopa de apio y zanahoria, hay múltiples formas de potenciar su gusto con ingredientes naturales y técnicas culinarias sencillas.
🌿 Especias y hierbas aromáticas
Usa especias como pimentón dulce, cúrcuma, jengibre fresco, o comino para añadir profundidad. Las hierbas como laurel, orégano, tomillo o romero aportan un perfil aromático sin necesidad de sodio.
🧅 Sofrito bien cocinado
Un sofrito de cebolla y ajo caramelizado lentamente intensifica el sabor base de la sopa. Este paso es clave en recetas sin sal.
🍋 Ácidos y frescura
Añadir unas gotas de limón, un chorrito de vinagre de manzana o ralladura de cítricos al final de la cocción despierta el sabor natural de los vegetales.
🧄 Umami vegetal
Ingredientes como el apio, los champiñones secos, o una cucharada de levadura nutricional pueden aportar ese toque “umami” que equilibra sin necesidad de sal.
Con estos trucos, lograrás una sopa llena de sabor, equilibrada y apta para personas con dieta baja en sodio.
Variantes creativas de la sopa de apio y zanahoria
Una de las grandes ventajas de la sopa de apio y zanahoria es su capacidad para adaptarse a distintos gustos, necesidades nutricionales y momentos del año. Aquí te presentamos cinco formas creativas de reinventar esta receta básica:
🍠 6.1 Con patata o calabaza para mayor cremosidad
Añadir una patata mediana o unos cubos de calabaza junto al apio y la zanahoria da como resultado una sopa más densa, ideal para invierno. Aporta textura y dulzor natural sin necesidad de nata.
🥥 6.2 Con leche de coco y curry
Para un toque exótico, incorpora 200 ml de leche de coco y una cucharadita de curry suave durante la cocción. El resultado es una crema especiada, reconfortante y perfecta para quienes disfrutan de sabores orientales.
🥕 6.3 Sopa rústica sin triturar
Si prefieres una sopa con trozos, omite el paso de triturar. Corta las verduras en cubos pequeños y sirve con un chorrito de aceite crudo. Esta versión conserva mejor las fibras y es ideal para quienes disfrutan de texturas variadas.

🫘 6.4 Con lentejas rojas para proteína vegetal
Agregar lentejas rojas (media taza) durante la cocción aporta proteína vegetal, hierro y una textura espesa muy saciante. No hace falta remojarlas y se cocinan rápidamente junto a las verduras.
❄️ 6.5 Versión fría estilo gazpacho suave
Para el verano, deja enfriar la sopa cocida y tritúrala con un poco de limón y hierbas frescas. Sirve fría, decorada con cebollino o cubos de zanahoria cruda rallada.
Estas variantes permiten disfrutar de una misma base de múltiples formas, adaptándola a tus preferencias, estación del año o necesidades nutricionales.
Cómo adaptar la receta para niños y personas mayores
La sopa de apio y zanahoria es ideal para toda la familia, pero puede ajustarse aún más para adaptarse a las necesidades de niños pequeños y personas mayores, quienes suelen requerir alimentos fáciles de digerir, suaves y nutritivos.
🧒 Para niños
Tritura bien la sopa para lograr una textura cremosa y sin grumos.
Evita ingredientes fuertes como ajo crudo, jengibre o especias picantes.
Puedes enriquecerla con arroz cocido, quinoa o pasta pequeña para mayor saciedad.
Añadir un chorrito de leche o bebida vegetal suaviza aún más el sabor.
👵 Para personas mayores
Asegúrate de que las verduras estén bien cocidas y licuadas, facilitando la masticación y digestión.
Limita la sal y opta por hierbas aromáticas suaves (laurel, perejil, tomillo).
Para aumentar el valor nutricional, añade proteína blanda como huevo cocido triturado o puré de legumbres.
Con pequeños ajustes, esta sopa puede convertirse en un plato reconfortante, nutritivo y seguro para todas las edades.
Conservación, congelado y recalentado
Una de las ventajas de la sopa de apio y zanahoria es que se conserva muy bien, lo que la convierte en una opción ideal para cocinar en grandes cantidades y disfrutar durante varios días.
🧊 Conservación en nevera
Una vez cocinada y enfriada, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador. Se conserva en buen estado durante 3 a 4 días. Antes de consumirla, remueve bien y caliéntala lentamente para recuperar su textura.
🧪 Congelado
Puedes congelarla en porciones individuales, ideal para tener listas comidas rápidas y saludables. Usa envases aptos para congelador, dejando algo de espacio libre (la sopa se expande al congelarse). Dura hasta 3 meses congelada.
🔥 Recalentado
Recalienta a fuego bajo en una olla, añadiendo un chorrito de agua o leche vegetal si se ha espesado. También puedes usar microondas, cubriendo el recipiente para evitar salpicaduras.
Bien conservada, esta sopa es práctica, nutritiva y perfecta para el día a día.
¿Cómo integrar esta sopa en una alimentación equilibrada?
La sopa de apio y zanahoria puede ser mucho más que un primer plato ligero: es una herramienta versátil para quienes buscan mantener una dieta saludable, equilibrada y funcional.
🧩 Como entrante saludable
Servir esta sopa al inicio de las comidas ayuda a aumentar la sensación de saciedad, reducir la ingesta calórica posterior y estimular la digestión gracias a su contenido en fibra y agua.
🍽️ Como plato principal
Enriquécela con legumbres cocidas, arroz integral, huevo duro o trozos de pollo para convertirla en un plato completo, nutritivo y lleno de energía.
🧘 Ideal para planes detox o dietas blandas
Gracias a su bajo contenido en grasa y alta digestibilidad, esta sopa es perfecta para planes depurativos, alimentación post-enfermedad, o como parte de una dieta blanda.
Su versatilidad la convierte en un alimento estrella para cualquier momento del día y para distintos objetivos nutricionales.
Preguntas frecuentes sobre la sopa de apio y zanahoria
1. ¿Para qué sirve la sopa de apio y zanahoria?
Esta sopa es ideal para depurar el organismo, favorecer la digestión, y fortalecer el sistema inmunológico gracias a su contenido en vitaminas, fibra y antioxidantes. También es excelente para quienes buscan un plato ligero y reconfortante.
2. ¿Se puede hacer sin cebolla o sin ajo?
Sí. Puedes sustituir la cebolla por puerro o hinojo y el ajo por cebollino o jengibre suave, logrando un sabor más delicado sin perder intensidad.
3. ¿Cómo espesar la sopa sin añadir nata o harina?
Una buena opción es añadir patata, calabacín, lentejas rojas o copos de avena, que espesan de forma natural y aportan textura cremosa sin recurrir a lácteos ni harinas.
4. ¿Puedo usar caldo de pollo en lugar de verduras?
Sí, aunque perderás la versión vegetariana o vegana. El caldo de pollo aporta más sabor, pero si buscas una opción ligera y vegetal, el caldo de verduras casero es más adecuado.
5. ¿Se puede congelar esta sopa?
Totalmente. Solo evita añadir productos lácteos si vas a congelarla. Guárdala en recipientes individuales y consúmela en un plazo de 2 a 3 meses.
Conclusión
La sopa de apio y zanahoria es mucho más que una receta sencilla: es una combinación perfecta entre sabor, nutrición y versatilidad. Su facilidad de preparación, su bajo coste y sus múltiples beneficios la convierten en un plato ideal para todo tipo de dietas y estilos de vida.
Ya sea como entrada ligera, plato principal reconfortante o parte de un plan detox, esta sopa aporta lo mejor de los vegetales en cada cucharada. Además, sus variantes permiten adaptarla a cada temporada, gusto personal o necesidad nutricional, sin perder su esencia natural.
Con ingredientes básicos y técnicas simples, puedes preparar una receta que no solo nutre el cuerpo, sino que también reconforta el alma. Dale una oportunidad en tu cocina y descubre cómo un plato tan humilde puede convertirse en un básico semanal lleno de salud, sabor y calidez.