Los cinnamon rolls, conocidos en español como rollos de canela, son uno de los postres más populares y reconfortantes en todo el mundo. Estos deliciosos bollos dulces se caracterizan por su masa esponjosa, un relleno aromático de mantequilla, azúcar moreno y canela, y un irresistible glaseado de queso crema que los convierte en el acompañante perfecto para el desayuno o la merienda.
Aunque muchas personas asocian esta receta con la repostería estadounidense, los cinnamon rolls tienen su origen en Suecia, donde se conocen como kanelbullar y son todo un símbolo gastronómico nacional. En los escaparates de panaderías y cafeterías de todo el mundo, no es raro ver estas delicias en distintas versiones, desde las más clásicas hasta las más creativas, con toques de frutos secos o rellenos especiales.
Hoy en día, hacer cinnamon rolls en casa se ha vuelto muy popular, ya que no solo son deliciosos, sino que también ofrecen una experiencia de repostería divertida y gratificante. Con ingredientes sencillos y un poco de paciencia, podrás disfrutar de estos bollitos recién horneados y sorprender a tu familia o amigos con su sabor único y su textura inigualable.
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Historia y Origen de los Cinnamon Rolls
Aunque hoy en día los cinnamon rolls son famosos en todo el mundo y especialmente en Estados Unidos, su origen se remonta a Suecia, donde son conocidos como kanelbullar. Estos bollos de canela forman parte de una larga tradición de repostería escandinava, y tienen tanta importancia cultural que en Suecia se celebra el Día del Kanelbulle cada 4 de octubre, una fecha dedicada exclusivamente a disfrutar de estos dulces.
La receta tradicional sueca incluye especias como el cardamomo, que aportan un aroma distintivo a la masa. Sin embargo, fue durante el siglo XX, cuando muchos suecos emigraron a Estados Unidos, que la receta sufrió una transformación. Los estadounidenses adaptaron el kanelbulle eliminando el cardamomo y dando protagonismo a la canela, aumentando el tamaño de los bollos y añadiendo una generosa capa de frosting o glaseado de queso crema.
De esta evolución surgió el cinnamon roll tal como lo conocemos hoy: un bollo más grande, más dulce y con un acabado cremoso. Esta versión conquistó las cafeterías americanas y se convirtió en un clásico del desayuno o brunch, sobre todo en cadenas famosas como Cinnabon, que ayudaron a popularizarlo aún más a nivel global.
Hoy, los cinnamon rolls han cruzado fronteras y se disfrutan en todo el mundo, manteniendo su esencia de placer indulgente y casero. Su historia es un ejemplo perfecto de cómo la cocina viaja y evoluciona, adaptándose a nuevos gustos sin perder su encanto original.

Ingredientes Clásicos de un Cinnamon Roll Perfecto
Preparar cinnamon rolls caseros requiere ingredientes básicos, pero cada uno es clave para lograr una textura esponjosa y un sabor inigualable. A continuación, te mostramos los ingredientes esenciales para hacer unos rollos de canela perfectos.
Para la masa:
- Harina de trigo (todo uso): aporta estructura y elasticidad.
- Azúcar blanco: endulza y ayuda a activar la levadura.
- Levadura seca de panadero: esencial para la fermentación y el levado de la masa.
- Leche: hidrata y suaviza la masa, mejor si está tibia.
- Huevo: da color, sabor y consistencia.
- Mantequilla (a temperatura ambiente): añade riqueza y suavidad.
Para el relleno:
- Mantequilla (blanda): se unta sobre la masa para retener humedad.
- Azúcar moreno: proporciona un sabor profundo y caramelizado.
- Canela en polvo: el alma del cinnamon roll, aporta su aroma característico.
Para el glaseado:
- Queso crema: base cremosa y ligeramente ácida.
- Azúcar glas: endulza sin afectar la textura.
- Vainilla (opcional): para un toque aromático extra.
Estos ingredientes, combinados con amor y paciencia, te permitirán crear cinnamon rolls caseros que nada tienen que envidiar a los de una panadería profesional.
Paso a Paso: Receta Tradicional de Cinnamon Rolls
Hacer cinnamon rolls caseros puede parecer complicado, pero con esta guía detallada lograrás unos bollos esponjosos, aromáticos y deliciosos. Solo necesitas paciencia para las fermentaciones y disfrutarás de un resultado espectacular.
1. Preparar la Masa (Tiempo: 30 min + 2 horas de fermentación)
- Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza 300 g de harina de trigo todo uso y mezcla con 40 g de azúcar blanco y 7 g de levadura seca de panadero.
- Añade los líquidos: Agrega 150 ml de leche tibia (no caliente) y mezcla suavemente. Luego, incorpora 1 huevo a temperatura ambiente y mezcla bien.
- Incorpora la mantequilla: Añade 40 g de mantequilla blanda poco a poco, amasando hasta que se integre completamente. Si tienes un robot de cocina, usa el gancho de amasar durante unos 10 minutos hasta obtener una masa elástica y ligeramente pegajosa.
- Fermentación inicial: Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante 1,5 a 2 horas, o hasta que doble su tamaño.
2. Preparar el Relleno
Mientras la masa fermenta, mezcla en un bol 60 g de mantequilla blanda, 50 g de azúcar moreno y 1 cucharada de canela en polvo. Reserva a temperatura ambiente, asegurándote de que la mantequilla esté cremosa pero no líquida.
3. Formar los Rollos
- Desgasificar y estirar la masa: Una vez fermentada, amasa ligeramente para eliminar el aire y extiende sobre una superficie enharinada, formando un rectángulo de aproximadamente 40 x 30 cm.
- Extiende el relleno: Unta toda la superficie de la masa con la mezcla de mantequilla, azúcar y canela. Sé generoso para un sabor intenso.
- Enrollar y cortar: Enrolla la masa desde el lado más largo, formando un cilindro. Con un cuchillo afilado o hilo de cocina, corta en 12 porciones iguales.
4. Segunda Fermentación y Horneado
- Reposo final: Coloca los rollos en una fuente para horno engrasada o con papel vegetal, dejando un pequeño espacio entre ellos. Cubre con un paño y deja fermentar 30-40 minutos más.
- Hornear: Precalienta el horno a 200 °C (calor arriba y abajo). Hornea los cinnamon rolls durante 25-30 minutos, hasta que estén dorados y cocidos por dentro.
5. Preparar y Aplicar el Glaseado
Mientras se enfrían un poco los rollos, prepara el glaseado mezclando 150 g de queso crema con 30 g de azúcar glas y 1 cucharadita de vainilla. Unta sobre los rollos tibios para que el glaseado se derrita ligeramente, creando esa capa cremosa irresistible.
6. ¡Disfruta!
Tus cinnamon rolls están listos para disfrutar recién horneados. También puedes conservarlos en un recipiente hermético y recalentarlos unos segundos en el microondas para que queden como recién hechos.

Variaciones Creativas de la Receta
Una de las mejores cosas de los cinnamon rolls es su versatilidad. Aunque la receta clásica es deliciosa, puedes personalizarla según tus gustos o necesidades dietéticas. Aquí tienes algunas ideas para darle un toque diferente a tus rollos de canela:
1. Cinnamon Rolls Veganos
Para una versión sin ingredientes de origen animal, sustituye la leche por leche vegetal (almendra, avena o soja), la mantequilla por margarina vegana, y el queso crema por una opción vegana a base de anacardos o coco.
2. Cinnamon Rolls Sin Gluten
Utiliza una mezcla de harinas sin gluten (como arroz, maíz o almendra) junto con goma xantana para mantener la elasticidad. Ajusta el líquido si es necesario, ya que estas harinas absorben de forma diferente.
3. Con Frutas
Añade manzana rallada, pasas o arándanos al relleno para dar un toque frutal y jugoso. La manzana combina especialmente bien con la canela.
4. Rellenos Gourmet
Incorpora nueces picadas, pecanas o incluso un toque de chocolate en el relleno. También puedes probar con un glaseado de caramelo salado en lugar del clásico frosting.
5. Rollos Salados
¿Buscas algo diferente? Sustituye el relleno dulce por una mezcla de queso rallado, jamón y hierbas aromáticas, creando una opción perfecta para aperitivos o brunch salados.

Consejos y Trucos para Cinnamon Rolls Perfectos
Hacer cinnamon rolls en casa es más fácil de lo que parece, pero hay algunos secretos que marcan la diferencia entre unos bollos buenos y unos absolutamente espectaculares. Aquí te comparto los mejores consejos para lograr resultados de panadería:
1. Temperatura de los Ingredientes
Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente, especialmente la leche, el huevo y la mantequilla. Esto facilita una masa más homogénea y un levado adecuado.
2. Fermentación Paciente
No apresures los tiempos de fermentación. Deja que la masa repose en un lugar cálido, sin corrientes de aire, hasta que duplique su tamaño. Si tu cocina está fría, puedes usar el horno apagado con la luz encendida.
3. Amasado Correcto
Una masa bien amasada debe ser elástica y suave, pero no pegajosa. Amasa lo suficiente para desarrollar el gluten, lo que dará esa textura esponjosa que todos buscamos.
4. Enrollado Ajustado
Enrolla la masa firmemente, pero sin apretar demasiado, para evitar que se rompa o que los rollos queden desiguales.
5. Frosting en el Momento Justo
Aplica el frosting cuando los rollos estén tibios, no calientes, para que se derrita ligeramente pero no desaparezca por completo.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Cuánto duran los cinnamon rolls?
Los cinnamon rolls caseros se conservan bien durante 2-3 días a temperatura ambiente, guardados en un recipiente hermético. Si los refrigeras, pueden durar hasta 5 días, aunque es mejor recalentarlos ligeramente antes de servir.
2. ¿Se pueden congelar?
Sí, puedes congelarlos ya horneados, sin glasear, durante hasta 2 meses. Para disfrutarlos, solo necesitas descongelarlos a temperatura ambiente y calentarlos en el horno o microondas antes de añadir el frosting.
3. ¿Qué puedo usar si no tengo levadura seca?
Puedes sustituir la levadura seca por levadura fresca. La proporción es aproximadamente el triple: 7 g de levadura seca equivalen a 21 g de levadura fresca.
4. ¿Cómo recalentar los cinnamon rolls?
Para que queden suaves y esponjosos, caliéntalos en el microondas durante 15-20 segundos o en el horno a 150 °C durante 5-7 minutos.
5. ¿Es obligatorio usar frosting?
No, aunque es muy popular. Puedes disfrutarlos sin glaseado, espolvoreados con un poco de azúcar glas, o usar una alternativa como glaseado de vainilla, caramelo, o incluso nata montada.
Conclusión
Hacer cinnamon rolls caseros es una experiencia deliciosa y gratificante que cualquiera puede disfrutar en su cocina. Con ingredientes simples, un poco de tiempo y mucho amor, puedes recrear estos icónicos bollos de canela que llenan la casa con su aroma dulce y acogedor. Ya sea que sigas la receta clásica o te animes a probar alguna de sus muchas variaciones, el resultado siempre será un placer para los sentidos.
Además de ser perfectos para el desayuno, los cinnamon rolls son ideales para compartir en familia, regalar o simplemente disfrutar con una buena taza de café o té. La clave está en respetar los tiempos de fermentación, cuidar los detalles en el amasado y no escatimar en el relleno de canela, que les da ese sabor característico y reconfortante.
Ahora que conoces su historia, ingredientes y todos los trucos para prepararlos, solo te queda poner manos a la masa y sorprender a todos con unos rollos de canela esponjosos y llenos de sabor. ¡Anímate a hornearlos y déjate conquistar por cada bocado!